miércoles, 26 de noviembre de 2014

Yo-Deseo-Violines-Azul-Canciones-Palabras-Ámbar-Secreto-Silencio-Muero


Yo deseo crear muchas melodías
Con violines color azul 
Y poder tener mil canciones
Para guardarlas en un baúl


Las palabras de estos temas
En un papel ámbar escritas
Guardarán algunos secretos
Que espero que no repitas


Si no respetas el silencio
Y revelas mis sentimientos 
Sentiría sin dudar que muero
Te lo suplico no te miento 



sábado, 22 de noviembre de 2014

Narración de la experiencia
A mi equipo le toco trabajar con la pintura de ¨La lectora¨ y su autora es Isabel Guerra.
Teníamos que hacer tres etapas para llegar a la meta de concluir un cuento realista ,la primera etapa consistía en buscar un poco de historia acerca de la pintura y la autora .La segunda etapa era como relatar ,es decir ,en              primera ,segunda o tercera persona y la tercera y última etapa fue escribir el cuento realista.
Evaluación
Con esta tarea no me sentí muy cómodo porque vi que un integrante del grupo no se conectaba nunca entonces quise ser solidario con el ,le mande hasta el mail por que lo había perdido ,y creí que el se iba a conectar y cuando le preguntaba me dice no después me fijo y así sucesivamente por lo tanto no trabaje lo demasiado. Los otros integrantes del grupo hicieron el producto final .En la parte que yo colabore hubo unos problemas pero se fueron solucionando ,íbamos sacando ideas de los dos y llegábamos a lo necesitado.
              Aprendí que habeces no hay que arriesgarse tanto ,sino que asegurar parte de tu nota .Un cuento me resulta un poco más difícil que una anegdota y primera persona cuesta mucho más que tercera persona o al menos para mi es muy difícil. 
Conclusión
Siento que tengo que mejorar y no confiar tanto en los demás estar más activo en el trabajo y ver que si no lo hacen terminarlo 
Este es el producto terminado


                                                “Una carta equivocada”
España, 17 de Octubre 1987
Querida Maguie :
Me acuerdo cuando nos conocimos ese día que viniste a mi pueblo y nos hicimos amigas. Me diste tu dirección y me dijiste que, si alguna vez necesitaba tu ayuda, te escribiera una carta. Y aquí estoy.
Ya perdí la cuenta de las veces que leí este libro, sé de memoria cada palabra, cada párrafo, cada diálogo, sé todo. Necesito otro libro. Si no,  me voy a morir de aburrimiento. Odio estar encerrada, pero mi hermano y mi madre siempre se están peleando, siempre por lo mismo: el dinero. Es horrible querer ir al comedor y que estén quejándose de la economía del país o de nuestra pobreza, siempre me pongo triste cuando los escucho. Aunque la verdad es que mucho no me importa. Yo soy feliz y tengo todo lo que necesito: una familia, una casa y lo más importante: el amor de mi vida, Tomás.
Teruel, como ya sabes, es un pueblo muy pequeño, uno de los más pequeños de España, y es una de las aldeas menos habitadas y pobres de la zona, pero a mí me parece un lindo lugar, será porque no conozco otros.
Vivo a dos cuadras de la casa de Tomás, mi novio, que tiene veintidós años. Es alto, con pelo castaño y ojos verdes. Tomás vive con su madre, su padre y sus tres hermanos.
Él tiene menos tiempo para disfrutar que yo, ya que su familia es más grande y todos tienen que alimentarse. Son tiempos difíciles, cada vez que tenemos alguna buena cosecha, es motivo de festejo.
 Pero un día llegó el momento de separarnos: La semana pasada me contó que se tenía que ir al campo porque, según su padre, les iría mejor allí, me dijo que era por unos meses. Sentí cómo se me iba el alma del cuerpo. Es muy devastador, ya que no hay día que no pasemos juntos. Con él puedo desahogarme, reírme, llorar...
En ese momento, recordé aquel día en el que estábamos en la Plaza Carlos Castel compartiendo un helado de Kalise, de vainilla y frutilla. Ese lugar me recuerda a nuestra infancia... Estábamos de la mano, hablando y Tomás contaba chistes ya que lo que más le gustaba a él era hacerme reír. Mientras esperábamos el atardecer, le canté y le dediqué las últimas canciones de amor.
Cuando él me contó la noticia, no tuve mejor idea que arrancar mi hoja favorita de mi único libro.  Esta hoja era muy importante para mí. En ella hay un poema que me hace sentir feliz al leerlo. Describe una tarde hermosa de la pareja de este libro:
“En la esquina de mi casa
 yo te veo llegar
con un ramo de rosas
a la par de la paz,
seguimos caminando muy lejos, muy lejos
cuando estoy contigo tiemblo sin parar.

eres mi amor
y siempre te amaré.”
Nos escribíamos mucho, pero hace tiempo que no tengo noticias de él. No me escribe y no sé qué pensar… Maguie, ¿tú qué crees que habrá pasado?
Antes de ayer partió en un tren hacia su destino y desde entonces estoy ansiosa esperando su carta, pero no llegó nada. Estos últimos días no hice nada más que esperar.
Una mañana, mi mamá entró a mi cuarto y me entregó una carta. Abrí mis ojos sorprendida. Su nombre estaba en el sobre, después de tanto tiempo había recibido algo de él. Torpe y rápidamente abrí  la carta y leí su contenido. ¡No lo podía creer!
Querida Paz:
                                   Lamento decirte que estoy muy enfermo y no sé si podré sobrevivir a mi enfermedad. También te pido perdón por lo corta que es esta carta, pero últimamente no tengo mucho tiempo, sólo recuerda que siempre te amaré, por favor...
                                                                                                                                 Tomás.”

No lo podía creer. Se me cayó la carta al piso y fui corriendo a contarle a mi madre lo que había sucedido: —¡Madre!
—¿Qué sucede, hija?
—Lee esto, por favor...
Mi madre leyó la carta.
—No lo puedo creer, hija. —dijo. Y me abrazó.
—Yo tampoco, jamás podría creer algo así.

            Pasó una semana y no recibí más noticias de nada, seguía leyendo una y otra vez esa carta, sin todavía creer que fuera cierto.
     Esa mañana me desperté muy deprimida. Se Me vino vinieron a la mente los recuerdos de cuando me visitabas y traías helado para compartir, eso me alegró un poco. Me di un baño rápido y volví a leer la carta .
  Al terminar de leerla, me fui a caminar por la plaza en la que siempre salíamos a caminar y alejarnos de todo. Ése era, es y será nuestro lugar favorito.
 Cuando regresé a mi casa, tomé una ducha y me acosté en la cama a pensar.
Unas horas después, escuché que alguien tocaba a la puerta, y como no había nadie en la casa, supuse que iba a ser mi mamá, pero para sorpresa mía era...
-¡Hola, Paz, te extrañé mucho!- dijo Tomás abrazándome fuerte.
-¡Tomás! ¡Qué sorpresa que estés aquí! Creí que estabas muy enfermo.
-Pero, ¿por qué pensaste eso?
-Pero si me llegó una carta de…      
-¿Cómo? Si en estas semanas no pude haberte mandado ninguna carta debido a que la oficina de correos más cercana estaba cerrada.
-Entonces… ¿De quién era la carta?
Lo hice pasar a mi casa para que la viera.
No puedo explicar por qué, pero se me ocurrió leer la dirección. En cuanto la vi, un alivio recorrió todo mi cuerpo, pero también me sentí un poco tonta. No había sido Tomás Gallegos el que había mandado la carta, sino un tal “Thomas Gallegos”. Y no solo eso, por la precipitación que tuve por saber noticias de él, no me había dado cuenta de que... ¡esa no era su letra!
tinra y papel.jpgtinra y papel.jpg            Me fui a dormir sintiéndome muy feliz, ya que sabía que Tomás estaba en perfectas condiciones y ya estaba en casa.
 Esta es la mejor aventura que tuve con Tomás. Gracias a esto me di cuenta de lo mucho que lo amaba.
Espero volver a contarte otra historia sobre nosotros. Y aunque nadie te pueda ver, siempre contaré contigo.

Con amor,
Paz





domingo, 9 de noviembre de 2014

 La noche es como un mar de estrellas
Dijo mi amigo Marcelo
Le dije andate que me estresas



me dijo paraces mi abuela