La extraña
llamada
"...Hace cuatro días que estoy sufriendo, no sé qué va a pasar pero
estoy preparado...
Todo comenzó la tarde del martes. Yo volvía de mi trabajo y todavía no
me acostumbraba a las grandes paredes llenas de humedad y a las rechinantes
escaleras de mi casa. Trabajaba 30 horas a la semana, mi trabajo era
importante, y ya había llegado tarde el día anterior debido a una extraña
llamada que me dijo: "Cinco días" y no me dio el tiempo para
contestar
Segundos después de esa rara situación, alguien estaba llamando a mi
puerta. Cuando abrí, me encontré con un cartero, un hombre pálido y delgado
pero con una mirada firme, quien me entregó un pesado paquete, al cual no
presté mucha atención, debido a que quería socializar con el hombre. Pero
cuando desvié la mirada hacia él, ya no
estaba, solo recordé su nombre gracias a un cartel pegado en su uniforme que
decía: "Mathew Pérez".
Una vez dentro de mi casa, puse el paquete sobre la mesa, con la
intención de abrirlo, pero entonces escuché un estruendo que provenía de la
segunda planta. Dejé el paquete y fui a investigar qué o quién había realizado
semejante ruido. Revisando cuarto por cuarto, llegué al último, mi dormitorio,
que se encontraba al fondo de un largo y oscuro pasillo. Al ver mi habitación y no encontrar nada, creí que
había sido producto de mi imaginación. El sueño me invadió y pensé sobre mi
cama, aunque no podía dormir muy bien con tantos ruidos que escuchaba
Ya era miércoles y me había despertado tarde para ir a mi trabajo, así
que me levanté tan rápido como pude y, sin siquiera ver mi apariencia, salí
hacia mi oficina, en la cual me estaba esperando mi jefe con la noticia de que
estaba despedido. Yo estaba furioso, pero acepté con calma la noticia y me
marché.
Cuando llegué a mi casa, entendí que no había escuchado el despertador
por causa de los ruidos que no me dejaron dormir. Intenté relajarme, así que
salí a caminar por ahí: era un barrio nuevo que necesitaba descubrir. Al volver
de esa larga caminata, todos los vecinos de la zona me observaban de manera potente
que me intranquilizaba.
Cuando estaba llegando a mi casa, recordé que había dejado ese paquete
sin abrir. Decidí hacerlo, pero a centímetros de él, sonó el escalofriante tono
del teléfono. No dudé en contestar, y lo único que escuché fue: "cuatro
días" A lo cual contesté:"¿Otra vez vos?, ¿quién sos?".Pero al
igual que la primera vez, no recibí ninguna respuesta. Decidí acostarme, para
al otro día poder conseguir información sobre esas llamadas. Esta vez tampoco
fue fácil dormir.
Después de una noche larga, me desperté y comencé a pensar quién podría
haber sido el que emitía estas pesadas llamadas, y solo podía pensar en una
sola persona: Mathew Pérez. Tan solo al pensar ese nombre tuve un escalofrío
que recorrió todo mi cuerpo, entonces se me ocurrió ir al correo para preguntar
por el cartero. Emprendí mi caminata y cuando llegué me dijeron que nunca había
trabajado alguien con ese nombre ahí. Yo insistí en que buscaran en algún
archivo, sin embargo los resultados fueron nulos.
Me estaba volviendo loco, yo
seguía insistiendo en que había visto a ese hombre en mi casa, pero nadie me
decía lo que quería escuchar. Comencé a gritar afirmando que lo que decía era
verdad, tanto fue así que me sacaron del lugar y amenazaron con llamar a la
policía. Al salir me dirigí a mi lúgubre casa, donde el teléfono volvió a
sonar: "Tres días". Esta vez ni siquiera me esforcé en contestar,
solo corté y fui a mi cama. Esta vez dormí y fue un placer que no sentía desde
hacía mucho tiempo.
Desperté esperando otro día igual a los demás. Traté de aprovecharlo,
fui a una comisaría para contactar a un investigador que me ayudara a encontrar
algún Mathew Pérez en la ciudad. Cuando regresé a casa, pude ver nuevamente a
todas las personas observándome con esa mirada penetrante con la que me habían
mirado desde hacía unos días.
Al regresar a mi casa, me dirigí hacia el paquete y al tomarlo con mis
manos para abrirlo, percibí pasos que se dirigían hacia mí que aumentaban cada
vez más la velocidad. Solté el paquete y me di vuelta cubriéndome con los
brazos, pero solo sentí un viento que chocó conmigo y siguió su camino.
Enseguida caí desmayado en el duro y frío piso. Retomé la conciencia un par de
horas más tarde gracias al teléfono. Cuando atendí, escuché las palabras ya
esperadas: "Dos días". Maldiciendo grité para que no volviera a
molestarme. Sin embargo esa petición no sirvió de nada.
Ya se acercaba el final. Eso creía. No había podido dormir ni siquiera
un minuto, me había pasado toda la noche y el día atento a cada mínimo
movimiento. Después de unas agonizantes horas, otra vez llamaron por teléfono.
Atendí. Y, sin darle tiempo, grité: “¡Déjame en paz! ¡¿Por qué me haces esto a
mí?!”Contestó el investigador, quien estaba confundido y un poco asustado por
mi manera de atenderlo. Me disculpé y me dio la noticia: en esta ciudad solo
había sido registrado un Mathew Pérez, pero había fallecido hacía más de un
año. Al escuchar eso, me puse pálido y casi me desmayo, pero le di las gracias
y me despedí.
Al colgar, sin moverme del lugar, volvió a sonar y dije:
"Hola". Me contestó la misma sombría voz que habría estado escuchando
días anteriores, en esta ocasión: "Solo te queda un día, y lo estás
desperdiciando. Dejá de buscarme, si queres acabar con esta locura, salí de mi
casa". Respondí: "Ésta es mi casa ahora, vos estás muerto, déjame en
paz". Y la sombría voz, después de escuchar esas palabras, colgó, pero lo
escuché detrás de mí: "¿Te quieres quedar en esta casa? Bien, pero vas a
tener que sufrir las consecuencias". Cuando me di vuelta, vi nada más ni
nada menos que a Mathew Pérez, con la misma cara pálida que tenía el primer
día. Automáticamente caminó hacia la puerta y se fue sin decir nada más.
Y aquí me encuentro. Hace cinco días que estoy sufriendo, no sé qué va a
pasar pero estoy preparado. Este es mi último día y lo voy a enfrentar"
Brian Thompson
Esta carta fue hallada en aquella casa junto a un paquete que todavía
sigue intacto. Brian Thompson jamás fue encontrado.
Esta historia está basada en hechos reales. Los
nombres fueron modificados para preservar la identidad de las personas
involucradas.
Bien, Tobías. Aunque todavía hay algunos errores de puntuación y de uso de los tiempos verbales, está mucho mejor...
ResponderEliminarTobías, sigue sin publicarse la actividad correspondiente a los movimientos migratorios. Tené en cuenta que esto afecta tu calificación trimestral
ResponderEliminarCuando lo hagas enviame un correo electrónico para avisarme
Saludos